El pasado fin de semana asistimos al tercer Agile Open Space, uno de los eventos que organiza la Asociación de Agilismo a nivel nacional. Entre varias de las charlas a las que asistimos, queremos destacar aquellas en las que se habló de Inception gracias a @ujue.
Antes de comenzar con los argumentos que me llevaron a destacar estas charlas, vamos a explicar que es una Inception. Os ha pasado alguna vez que, estáis hablando con un amigo, os ha descrito sus vacaciones, y cada uno de vosotros os habéis imaginado una cosa distinta? Pues bien, esto mismo nos puede ocurrir en el mundo profesional. Por este motivo, antes de comenzar con el desarrollo de un proyecto, mucho antes de tirar la primera línea de código, es necesario reunirse con todos los actores que van a formar parte del proyecto para unificar y fijar requisitos, enfoque e imagen del proyecto. A esto le llamamos Inception.
Según lo que he puesto me parece que no cabe lugar a dudas que estas reuniones son muy útiles y los beneficios que reportan nos acompañan a lo largo de la vida del proyecto. Pero, vamos a profundizar un poco más. ¿Qué más conseguimos con las Inception? Algo que también es obvio, entre todos (desarrolladores, diseñadores, Product Owner y cliente), construimos esa idea inicial que nos transmite el cliente. Hacemos que la idea sea tangible, usable, que aporte el valor que se busca con la idea original y que por lo tanto, termine en un éxito rotundo.
Pero realmente es el enfoque que se dió en las charlas lo que nos cautivó! Estas sesiones de Inception suelen ser bastante largas, llegando a ser aburridas para todos los asistentes y acaba perdiéndose el foco en cuestión de media hora. Las dinámicas que se dejaron ver son las que nos animan a seguir en esta dirección, por ejemplo, pedir unas pizzas para comer entre todos, imaginarnos qué personaje nos transmite la misma idea que queremos que evoque nuestro producto, materializar en un objeto con determinadas propiedades la esencia de la idea original transmitida por cliente…
Sin embargo, hay algo que destacamos de las charlas, y fue la idea de que, en algunas ocasiones, tenemos la oportunidad de hacer ver al cliente que ciertos aspectos de sus ideas no le van a llevar a alcanzar el éxito, y de esta manera podemos conseguir enfocar y encarrilar desde un principio el proyecto de forma correcta y consensuada, sin desviarnos del objetivo final, éxito rotundo!
