Uno de los grandes errores al implantar soluciones para la mejora de los procesos en las plantas, es pensar sólo en el proceso.
Cuando los expertos se ponen a identificar y planificar las mejoras de las distintas operaciones que componen un proceso, se olvidan que los que hacen esa operación son personas (en muchas ocasiones), y deben ser ellos los que en primer lugar propongan las mejoras que incorporarían; ya que son los que están trabajando con las máquinas y las conocen –en muchos casos- a la perfección.
Uno de los grandes errores al implantar soluciones para la mejora de los procesos en las plantas, es pensar sólo en el proceso.
Cuando los expertos se ponen a identificar y planificar las mejoras de las distintas operaciones que componen un proceso, se olvidan que los que hacen esa operación son personas (en muchas ocasiones), y deben ser ellos los que en primer lugar propongan las mejoras que incorporarían; ya que son los que están trabajando con las máquinas y las conocen –en muchos casos- a la perfección.
Pero además, a la hora implantar la metodología lean en una planta; es imprescindible que los operarios, en primer lugar, conozcan los cambios, los entiendan y asuman que es una forma de mejorar tanto su entorno de trabajo (aplicando las 5S), como la forma de hacerlo más eficiente: la introducción de milkrunner (evitando los desplazamientos a por piezas, por ejemplo), o introduciendo piezas que sean válidas para más productos: facilitando la curva de aprendizaje de los operarios,…
De nada nos sirve tener una planta lean desde los cimientos, si las personas que la forman no están concienciadas de lo que significa lean y las ventajas que ello suponen; aunque cuando las personas ven esas mejoras, son el auténtico motor del cambio, esa fuerza invisible que pone en marcha el ciclo PDCA y consigue tanto que el ambiente de trabajo sea bueno como la forma de producir sea mejor. Las personas son el corazón en la lean house sin las personas nada es posible.
Desde LUCE Lean, desarrollamos soluciones en las que una de nuestras máximas es: “la tecnología está supeditada al hombre y no al revés” Cuántas veces hemos escuchando “este móvil no le entiendo, no sé manejarlo” y acabar en manos de otro miembro de la familia.
De nada nos sirve hacer aplicaciones que no son útiles al operario y que les resulte difícil manejarlas; por ello la usabilidad es imprescindible para que las soluciones sean un éxito. Nuestro triunfo no es vender aplicaciones, es ver que el proyecto es útil a nuestro cliente y supone una palanca de cambio en la Organización; donde todos sus miembros están orientados a la mejora continua.